SONERO MES DE JULIO

Rubén Blades

Rubén Blades, cantante, músico y político

En todos los campos del conocimiento el ser humano encuentra representantes dignos de destacar, por su capacidad innata o adquirida para desempeñarse en su actividad.

En la máxima expresión del barrio Latino: “La Salsa” tenemos a un destacadísimo representante de la cultura musical latina, se trata de el Panameño mas importante de todos los tiempos el señor Rubén Blades, uno de los más grandes exponentes de nuestra música, destacado como compositor, arreglista, cantante, director de orquesta, político, actor, hombre de layes y embajador de la música Latina en el mundo, “El Poeta de la Salsa” se hace merecedor de un sitial de honor por su inmensa obra, no solo musical sino también en otros campos como la política y la actuación.

Graduado en Harvard y actor de primera categoría en Hollywood, nuestro Salsero del mes nos hace sentir orgullosos, más que por lo anterior, por su inigualable obra musical, la cual desarrolla una temática netamente social con relatos callejeros y con las vivencias diarias de nuestros barrios latinos.

Al igual que muchos de nuestros exponentes de la Salsa, Rubén, en sus inicios por la década de los sesenta del siglo pasado se inclinaba por el Rock and roll, muy de moda por la época, pero para nuestro beneplácito algunos sucesos en su adolescencia incidieron en su vida musical, siendo el hecho de escuchar a Cheo Feliciano el punto de partida para inclinarse por la música Latina.

Su afición por la música data desde su infancia, pues su madre tocaba piano, su carrera musical empieza en Panamá con “El Conjunto Latino”, después con “Bush y sus Magníficos” y posteriormente con “Los Salvajes del Ritmo”, pero su primer paso al lado de los grandes lo da cuando graba con “El Rey del Bugalu”, el señor Pete Rodríguez en la ciudad de Nueva York en el disco titulado “Pete Rodríguez De Panamá a Nueva York”. Combinaba la música con sus estudios de abogado, los cuales termino en 1.973 en Panamá

En la ciudad de nueva York tiene contacto, a través de sus composiciones con personajes de la talla de Richie Ray y Bobby Cruz, Ismael Miranda, Ismael Rivera y la gente de Fania, el boom musical en el momento, con Pacheco y Masucci a la cabeza. Con ellos se vincula como empleado en la oficina de correos.

Realiza composiciones y grabaciones con músicos como Ray Barreto, seguidamente reemplazo a Héctor Lavoe en la banda Wille Colón, en 1.976 con quien grabo el álbum “Siembra”, el cual se convirtió en el mas vendido de la musica latina y con el que obtuvieron disco de oro y de platino; permaneció en la banda de Willie Colón por espacio de seis años hasta 1.982.
El mismo año crea “Seis del solar”, su propia agrupación, experimentando con nuevos sonidos, sin instrumentos de viento, luego su grupo se cambia de nombre y se convierte en “Son del Solar” incluyendo nuevamente la sección de vientos. Obtiene sendos premios Grammy con los trabajos “Buscando América” y “Agua de Luna”.

En los años dorados de La Salsa y durante su carera musical, Rubén Blades ha compartido canciones, estudios de grabación y escenarios con muchos de los grandes de nuestro genero entre los que se encuentran: Louie Ramírez, Mongo Santamaría, Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorkino, Tito AllenHéctor Lavoe, Andy Harlow, Larry Harlow, Bobby Rodríguez, Ismael Quintana, Tito Puente, Cheo Feliciano, Ismael Rivera, Ismael Miranda, Roberto Roena, Bobby Valentín y Luís Perico Ortiz, entre otros. Es de anotar que tambien ha realizado producciones, arreglos y composiciones con músicos y cantantes de otros géneros, pero, el que nos interesa es indudablemente La Salsa.

En 1.994 Rubén Blades se presenta como candidato a la presidencia de su país con un movimiento social-demócrata que buscaba favorecer a la clase popular, en dichos comicios obtuvo un honroso tercer puesto.

No solo en la música, sino también en el campo del cine, ha obtenido muchísimos premios, galardones y reconocimientos.
En 2.002 participa en la celebración de del 35 aniversario de vida musical de Bobby Valentín y mas recientemente en 2.004 realiza una grabación con La Spanish Harlem Orchestra en el trabajo titulado “Libertad”.

Al margen musical nuestro Rubén Blades, incursionó de lleno en el cine desde mil novecientos ochenta en la película titulada “The last Fight” de Fred Williamson. Destacándose en la “meca” de las producciones cinematográficas como lo es Hollywood, pero, no siendo este nuestro tema, solo haremos mención de las actuaciones en las diferentes películas que ha participado, las cuales se calculan en más de treinta.

Aunque ha combinado la actuación con la musica y con la política, prácticamente la alta sociedad de Hollywood consiguió un actor y la musica Latina perdió uno de sus mayores exponentes, alguien que defendía la cultura musical latina.

Fuentes y Bibliografía
Libro: Yo, Rubén Blades, Confesiones de un relator de barrio De Sergio Santana Archibold, De Salsa y Cultura Medellín, Colombia, 1997.
 Latina Stereo 100.9 Medellín, Colombia
http://www.soundtrackcollector.com/catalog
http://www.maestravida.com/#1980s
http://orbita.starmedia.com/efpe2/
http://www.descarga.com/cgi-bin/db

Rubén Blades – Pedro Navaja (en vivo)

 

JOSE LUIS FELICIANO VEGA

Conocido como José «Cheo» Feliciano, nació el 3 de julio de 1935 en Ponce, Puerto Rico, y falleció el 17 de abril del 2014 en Cupey, Puerto Rico.

José «Cheo» Feliciano fue considerado como la voz más privilegiada del pentagrama salsero, graduado de la escuela de soneros de Ismael Rivera y discípulo del acento y la eufonía de Tito Rodríguez. En la ciudad de Nueva York se curtió en las grandes orquestas latinas de la década del 50, con quienes aprendió las mañas del arte de la canción hasta lograr despuntar entre los más renombrados artistas de la época. Su carrera musical selló uno de los episodios más significativos en el repaso de nuestro cancionero popular por su excelente capacidad interpretativa en géneros diversos como el bolero, la salsa, la pachanga y el cha-cha-chá. Además, ha refulgido por la calidad de su voz, sus fraseos y sus tonos melodiosos, y graves a la vez, que saben entrar al juego con las armonías provocando momentos sublimes y cadenciosos. Ése es Cheo Feliciano, el cantante que todo salsero aspira ser. Completo, excelso, virtuoso, afable, simpático y humilde.

Cosechó su arte en la armonía del bolero en 1949, el intérprete de «Anacaona» inició sus estudios musicales en la Escuela Libre de Música «Juan Morel Campos» de Ponce, con la ilusión de aprender a tocar guitarra y trombón, aunque siempre sintió atracción por la percusión. «Era un jovencito cuando se estableció la primera escuela de música en el pueblo. Recuerdo que el director era Librado Net y tomábamos clases en los camerinos del teatro La Perla. Julio Alvarado, que dirigía la Orquesta Casino de Ponce, fue mi primer maestro y me tuvo casi tres años aprendiendo solfeo y los valores y fundamentos de la música porque no habían instrumentos disponibles para estudiar y cuando llegó mi trombón, mi papá nos dice que teníamos que mudarnos a Nueva York porque la cosa estaba mala», narra el cantante.

Antes, había aprendido a armonizar de oído deleitándose con el trabajo del trío romántico Los Panchos, en especial el desenvolvimiento de su segunda voz, Chucho Navarro. Asimismo, había desarrollado el gusto por la música clásica gracias a la influencia de un vecino suyo que escuchaba piezas de Debussy y Ravel, aunque su mayor inspiración fueron sus padres Crescencia y Prudencio. «Mi papá era un carpintero que trabajaba de sol a sol. Un hombre bajito que cargaba una caja de herramientas que pesaba como 80 libras y caminaba dos o tres millas diarias para llegar al trabajo, seis días a la semana. Cuando llegaba el domingo le decía a mi mamá: ‘Hoy usted se lava el pelo y se sienta en la sala que yo voy a cocinar’. Entonces, empezaba a cantar canciones de la época, de contracanto, en especial de (el dúo de) Quique y Tomás, y recuerdo que mi papá decía unas líneas en la cocina y mi mamá le contestaba desde el cuarto. De niño añoraba los domingos por eso», comenta el cantante.

Cheo Feliciano se mudó con su familia a la ciudad de Nueva York «porque no había trabajo» en el país. Arribó a la gran urbe el 13 de septiembre de 1952, con 17 años de edad, y tuvo su primera residencia en la calle 31, entre Tercera y Lexington, a tres cuadras del Empire State Building, dentro de una comunidad irlandesa.

De niño, José Cheo Feliciano, disfrutaba de bailar y tocar la tumbadora con sus amigos, entre los que recuerda a Raúl Manfredi, inventor del baile del tornillo. Armó un conjunto infantil navideño que llamó El Combo de las Latas. Cuando llegó a Nueva York con su familia tuvo la intención de terminar sus estudios secundarios, pero perdió interés cuando le hicieron repetir el segundo año en inglés y abandonó la escuela.

Su primer trabajo en la gran urbe fue en un art supply como mensajero. Se hizo miembro de la Unión de Músicos para estar cerca de los músicos de la época, quienes solían reunirse en el local del gremio. Para el tiempo que fue band doy de Tito Rodríguez, asistía con sus amigos al parque en los famosos «Veranos de Nueva York» a tocar tumbadoras y cantar. Era una fiebre de la época inspirada por Kako Bastar, Papiro Madamo, Frankie Malavé, Carlos «Papato» Valdés y Mongo Santamaría. Tito Rodríguez lo desafío a cantar tras la insistencia de sus músicos quienes querían una oportunidad para su amigo. Su primera interpretación en la banda de Tito Rodríguez fue ovacionada por el público, por lo que el veterano vocalista le gritó desde la barra: «Mira mulato, canta otra». Entró al sexteto de Joe Cuba a sustituir a Willie Torres, quien abandonó el grupo para ir a la orquesta de José Curbelo, una vez que el cantante del grupo, Santitos Colón, fue reclutado por Tito Puente. Contrajo matrimonio con Socorro Prieto León («Coco») el 5 de octubre de 1957, justo cuando inició su carrera profesional como cantante de Joe Cuba. Se lanza como solista en 1967, cantando con varias orquestas, entre ellas Eddie Palmieri, con quien grabó varios discos. Hizo un alto en su carrera en 1969 para resolver su problema de adicción. Durante los años que estuvo separado de la música salió al mercado, bajo el sello Alegre, el disco «José Cheo Feliciano», en 1971. Tite Curet y Silvio Iglesias fueron testigos en la firma del acuerdo de grabación de Cheo Feliciano con Fania. Se incorporó a su rol de cantante en 1972, con la producción «Cheo». Fue una de las principales figuras en el grupo de Las Estrellas de Fania. En 1985 cantó en el teatro «Amira de la Rosa», en Barranquilla (Colombia). Personificó al padre del pelotero Roberto Clemente en el musical «Clemente», producido en 1987 en Puerto Rico. Ha recibido numerosos premios por su esfuerzo, incluyendo el «Front Page Award» del diario New York Daily News. Nació en él una nueva vidaCheo Feliciano vivió una etapa de su vida inmerso en el consumo de drogas, justo en el florecimiento de su carrera artística y cuando aparecía en el escenario musical como una de las más sólidas personalidades de la canción salsera y romántica. Sin embargo, fue fuerte y optó por el camino de la vida, recuperando las energías consumidas en la adicción e iniciando una nueva etapa que derivó en glorias y triunfos para el cantante, hombre, esposo y padre. A continuación, un breve relato de su testimonio. «Estuve en la droga de una forma cuasi pasiva por 10 años y después se puso más violento, pero cada día se acrecentaba más la adicción hasta que llegué a la heroína. «La heroína te quita el apetito de todo, inclusive el sexual, y comienza a congelar tus emociones y ambiciones, te aísla, te aparta del mundo. Sentía que había llegado al fondo del barril, a lo más bajo que puede llegar un hombre y no podía seguir en ese plano y menospreciando el cariño y el amor de ese público y de mi familia. Decidí que tenía dos opciones: quitarme la vida o cambiarla. Escogí que quería vivir y decidí apartarme de todo, porque me estaba perdiendo, aunque tenía fama. «Supe por medio de amigos, entre ellos Tommy Olivencia, de (la existencia de) este grupo que querían hacer un movimiento para ayudarse. Éramos adictos, y yo ingresé en la Navidad de 1969 y estuve como tres años, y constantemente tuve la visita de dos personas muy importantes en mi vida: Tite Curet, que resultó ser el más importante autor en mi vida, y yo convertirme en quien más le ha cantado; el otro fue Jerry Masucci, que me quería firmar un contrato con Fania, pero siempre le dije que primero quería resolver mi vida. Y así lo hice.»

Se lanzó a buscar lo suyo

El cantante Cheo Feliciano inició su carrera en solitario acompañado de las orquestas con las que se formó de joven, deleitándose con sus melodías, sin considerar formar su propia agrupación. «Hice mi salto a la aventura de tirarme como solista y en esos primeros pinitos me acompañó Tito Puente, Machito y otros grandes artistas que tuvieron que ver con mi formación», comenta el salsero. En esa etapa de su carrera participó en la producción de un disco junto a Eddie Palmieri, «Champagne» (1968), en el que sólo interpretó el tema «Busca lo tuyo». El resto del trabajo de este álbum fue interpretado por Ismael Quintana. Cuenta que su participación con el veterano pianista fue un arreglo de amistad, ya que no le interesaba atarse a ninguna agrupación y sí despuntar su nombre como cantante. «Cuando Eddie me hizo el acercamiento le dije que no porque había dejado el sexteto para hacer lo mío y porque quería dejar de ser el cantante de y ser Cheo Feliciano. Él me dijo que en el disco participaría de cantante invitado y acepté», confiesa. Más tarde, en 1977, el nombre de Cheo aparece como invitado en otra producción de Palmieri, «The Music Man», aunque se trató de una recopilación de éxitos del músico que incluyó el tema que despuntó en su disco original «Busca lo tuyo». En cambio, en 1981 figuró como voz en la producción homónima de Palmieri, cantando los temas «El día que me quieras», «Ritmo alegre» y «Páginas de mujer». En el año 1969 visitó la Isla acompañado del grupo de Kako Bastar, realizando una gira de presentaciones que se extendió por un mes. Es ahí cuando el salsero hace un alto en su carrera –que estaba en pleno auge y desarrollo– por entender que necesita resolver su problema de adicción a drogas. «Decidí quedarme en Puerto Rico e hice mi retiro total. Fue cuando ingresé en el programa de rehabilitación de adictos de CREA», dice.

Noble maestro del canto popular

En 1972, Cheo Feliciano reaparece en el ambiente musical con una excelsa producción, trabajada para él por el fenecido compositor Tite Curet Alonso, bajo el sello Vaya Records. La publicación de este disco, titulada «Cheo», marcó el tiempo de una nueva era para el cantante, quien permaneció tres años fuera de los escenarios por problemas personales. Para esta ocasión, el salsero se nutrió de un grupo de exquisitos músicos al mando de Johnny Pacheco, quienes imprimieron un sonido espléndido a las composiciones de Tite, arregladas por Bobby Valentín y Nick Jiménez. De esa manera, los temas «Anacaona», «Pienso en ti», «Pa’ que afinquen», «Mi triste problema», «Si por mí llueve» y «Franqueza cruel», entre otros, se convirtieron de inmediato en éxitos, revalidando como uno de los mejores y más completos cantantes del país. La primera etapa de esta grabación se realizó durante los años que Cheo Feliciano estuvo recluido, voluntariamente, en los Hogares Crea. En ese tiempo, Tite Curet, quien se convierte en uno de sus más cercanos amigos y fanáticos, se encargó de confeccionar las canciones del álbum, armando un proyecto que se adentrara al tono y color de la voz del salsero, y que sirviera, a su vez, para evocar los tiempos gloriosos del sexteto de Joe Cuba. El éxito del disco fue monumental. Cheo Feliciano realizó un trabajo vocal espléndido que le sirvió para impulsar su regreso a la música con bríos, casi como un vaticinio de lo que serían sus próximos años. La segunda producción que realiza fue «Cheo Feliciano with a Little Help from My Friend» (1973), nuevamente de la mano de Tite Curet Alonso, seguido del álbum navideño «Felicidades» (1973). Al año siguiente se publicó el disco «Looking for Love» (1974), un trabajo romántico, colmado de sentimientos, que el artista grabó en Argentina con una orquesta dirigida por Jorge Calandrelli, quien, además, se encargó de los arreglos musicales. «Con este disco pude demostrar lo que tenía por dentro, lo romántico. Era mi deseo cantar e interpretar boleros y de todos los discos que he hecho ése es uno de mis favoritos por la afinación», apunta el cantante. Luego surgió «Lo mejor de Cheo Feliciano» (1974), «The Singer» (1976), «Cheo’s Rainbow» (1976), «Mi tierra y yo» (1977) y «Estampa» (1979), este último considerado por el artista como «el mejor organizado, más completo y que más me satisface», además de tratarse del primero que produjo en Puerto Rico, donde se radicó desde 1975. Tras la publicación de «Sentimiento tú» (1980), el cantante emprendió un nuevo rol en su carrera como productor de su propio sello, Coche Records, con el que trabajó cinco discos, aunque en el ínterin grabó para otras firmas. Entre los trabajos más significativos que hizo en la década de 1990 se destaca el trabajo de boleros «Los feelings de Cheo» (1990), «Cheo Feliciano y La Rondalla Venezolana» (1996), «Un solo beso» (1996), «Cheo Feliciano en Cuba» (1998) y «Mil voces, mil recuerdos» (1999). A esa lista se suma su última producción «En la intimidad» (2002), que incluye la última melodía que se le grabó a Tite Curet Alonso, «Esa es tu fortuna».

José Cheo Feliciano falleció el jueves, 17 de abril de 2014, a las 4:13 de la madrugada, en un accidente automovilístico en Cupey, Puerto Rico.

Cheo Feliciano «El Raton» Fania All Stars PR 2013 (con Jorge Santana)

Rubén Blades con Cheo Feliciano | BAILADORES

SONERO MES DE JUNIO

  TITO NIEVES

Humberto Nieves, conocido en el mundo de la música como Tito Nieves, es un cantante de salsa puertorriqueño, también es conocido como el Pavarotti de la salsa. Nació el 4 de junio de 1958 en Río Piedras, Puerto Rico. Desde muy pequeño su familia se trasladó a New York, donde mostró interés por la música, y motivado por su tío y su padre empezó a tomar clases de guitarra, bajo y batería.

En el año 1975 comenzó a incursionar en la música haciendo parte de la Orquesta Cimarrón, donde oficiaba como uno de los cantantes secundarios de la agrupación; hasta que el cantante principal Rafael de Jesús se retiró de la orquesta, por lo que Tito pasó a ser el cantante principal.

Entre el año 1977 y 1978 trabajó con la orquesta de Héctor Lavoe, quien fue de gran influencia en el comienzo de su carrera musical, ya que aprendió varias técnicas y lecciones que aplicaría más adelante en sus inicios como solista. En 1979, Tito Nieves grabó por primera vez como cantante principal para la Orquesta Taibori, una oportunidad que le dio el compositor Johnny Ortiz; también grabó para la orquesta Jaime Castro y La Masacre.

En esa época, también hizo parte de la Orquesta El Conjunto Clásico, agrupación que rápidamente se posicionó como una de las orquestas más importantes en la música afrocaribeña. Gran parte del éxito fue gracias a Tito Nieves, quien con su excelente voz hizo que sobresalieran canciones como: “Los Rodríguez”, “El piragüero”, “Felicitaciones”, “Faisán”, “Sin rumbo alguno”, entre otros. Con el Conjunto Clásico, Tito tuvo la oportunidad de hacer giras por Estados Unidos, el Caribe y Sudamérica. Tito Nieves permaneció en la agrupación hasta el año 1986, con el objetivo de iniciar su carrera como solista, iniciando su preparación un año después.

En el año 1988, el sello musical RMM Records & Video le dio la oportunidad de que empezara a grabar. Su primera canción bajo ese sello fue “Sonámbulo”, un tema compuesto por Leo casino; el tema hizo parte del álbum titulado “The Classic” lanzado en ese mismo año, con el que ganó un disco de oro. Con ese trabajo musical, el cantante comenzó a marcar su estilo y a ponerse a la par con otros artistas de “El sonido de Nueva York”, abanderado por RMM.

Para el año 1989 lanzó al mercado su segundo álbum titulado “Yo quiero cantar”, donde se destacó la canción en inglés “I’ll Always Love You”, al mejor estilo de la salsa, convirtiéndose en un éxito total de las emisoras angloparlantes. Gracias a esa y otras canciones, el álbum fue galardonado con un Disco de Oro.

En el año 1991 sacó al mercado su álbum “Déjame vivir”, donde se destacaron canciones como “De mí enamórate”, “Te amo”, “Déjame vivir”, “Almohada” y “How To Keep The Music Playing”, que hicieron que Tito Nieves ganara un Disco de Platino. Dos años después, lanzó el álbum “Rompecabeza (The Puzzle)”.

Lanzó al mercado su álbum titulado “Un tipo común” en el año 1995, producido en Puerto Rico por Cuto Soto y con arreglos de Ramón Sánchez, Julito Alvarado y Louis García. El disco incluyó el tema “No me vuelvo a enamorar” del cantautor mexicano Juan Gabriel. Otra de las sorpresas del álbum fue la versión de Tito del tema clásico de Selena “No me queda más”. Un año después, Tito Nieves dio un gran impacto en el mercado anglosajón con el lanzamiento de su álbum en inglés “I Like It Like That” “.

El año 2004 marcó la vida de Tito Nieves, ya que su hijo mayor Hommy Nieves falleció a causa de un cáncer terminal de huesos. En honor a la memoria de su hijo, en ese mismo año lanzó su álbum “Fabricando Fantasías”, donde se destacaron las canciones Fabricando Fantasías (Dedicada a su hijo) y Ya No Queda Nada con La India, Nicky Jam, y K-Mil.

Para el año 2005, lanzó al mercado el disco “Hoy, Mañana y Siempre”, que contiene los éxitos Esa Boquita, Si No Fuera Él y Tu Belleza.

En 2007, lanzó el álbum titulado “Canciones Clásicas de Marco Antonio Solís”, como homenaje al cantautor mexicano Marco Antonio Solís. Tito Nieves continuó trabajando en la música y destacándose por la calidad salsera en álbumes como: The Greatest Ever Salsa (2008), Entre Familia (2010), Mi Última Grabación (2011), Que Seas Feliz (2012), Mis Mejores Recuerdos (2013) y En Dos Idiomas (2015).

Discografía completa de Tito Nieves

  • The Classic: 1988.
  • Yo Quiero Cantar: 1989.
  • Déjame Vivir: 1990.
  • Rompecabeza (The Puzzle): 1992.
  • Un Tipo Común: 1994.
  • I Like It Like That: 1996.
  • Serie Cristal Greatest Hits: 1997.
  • Dale Cara a la Vida: 1998.
  • Clase Aparte: 1999.
  • Así Mismo Fue: 2000.
  • En Otra Onda: 2001.
  • The Best: 2001.
  • Muy Agradecido: 2002.
  • Todo Éxitos: 2002.
  • Éxitos Eternos: 2003.
  • Fabricando Fantasías: 2004.
  • Serie Top 10: 2004.
  • 25 Aniversario: 2004.
  • Hoy, Mañana y Siempre: 2006.
  • Pura Salsa: 2006.
  • En Vivo: 2007.
  • Canciones Clásicas de Marco Antonio Solís: 2007.
  • La Historia… Mis Éxitos: 2007.
  • Dos Canciones Clásicas de Marco Antonio Solís: 2008.
  • The Greatest Ever Salsa: 2008.
  • Entre Familia: 2010.
  • Mi Última Grabación: 2011.
  • Que Seas Feliz: 2012.
  • Mis Mejores Recuerdos: 2013.
  • En Dos Idiomas: 2015.

SONAMBULO – TITO NIEVES / FESTIVAL DE LA SALSA – JOCKEY CLUB 2019

Tito Nieves – Señora Ley (En Vivo desde Medellín)

SONERO MES DE MAYO

EL GRAN COMBO DE PUERTO RICO

 

Pocas agrupaciones musicales han perdurado medio siglo manteniendo inalterable su identidad rítmica, superando los empujes de la industria discográfica y resistiendo los avatares de la cultura de consumo como lo ha hecho El Gran Combo de Puerto Rico.

Distinto a otras orquestas salseras, en particular las surgidas en Nueva York desde finales de la década de 1960, nuestros denominados “Mulatos del Sabor” siempre han protegido su timbre musical de innovaciones y experimentos complejos, salvaguardando el sonido propio, sencillo y cadencioso que le ha caracterizado desde su fundación, el 26 de mayo de 1962.

No quiere decir que a lo largo de 54 años de historia hayan evadido la significación de las nuevas técnicas y tendencias armónicas arribadas por nuevos tiempos y nuevas generaciones. Por el contrario, las estudian y disfrutan, pero por lo general, las mantienen en cautelosa distancia para evitar contagiar los rasgos identitarios de su sonoridad.

Gracias a esa circunspección creativa, el grupo, comandado por Rafael Ithier Nadal, ha logrado establecer una rúbrica como muy pocas otras agrupaciones afroantillanas. La muestra está en su catálogo musical, por lo que basta escuchar, por ejemplo, la armonización de “Acángana”, tema producido en su tercer trabajo discográfico, a finales de 1963, y continuar un viaje por su historia a través de melodías como “Ojos chinos”, “A ti te pasa algo”, “Las hojas blancas” o “Sin salsa no hay paraíso” para confirmar la tesis.

Su vigencia responde, además, a la sincronía entre creación artística, que suma música y talento, y fraternidad colectiva, zurcidas en una ética de trabajo singular que se sostiene en la filosofía del cooperativismo. Pero más allá del sonido y la rítmica de sus canciones, si ponderamos otros elementos creativos y sociológicos concluimos que El Gran Combo de Puerto Rico es el grupo que mejor define lo que denominamos salsa y, sin temor a equivocarnos, nadie en el entorno latinoamericano y caribeño, dentro o fuera de Estados Unidos, ha alcanzado igualar su distinción y su preeminencia histórica.

Parte de la receta del éxito de esta famosa agrupación está en hacer temas cotidianos con arreglos sencillos, cadenciosos e inteligibles; una buena sección rítmica y mucha clave, siempre pensando en el gusto del público sin apartarse –y esto es importante– de las raíces de la música popular puertorriqueña. El propio Rafael Ithier lo explica con candidez en una entrevista que forma parte del borrador de sus memorias:

“Al no contar con una educación formal en música, no puedo pensar en las obras de Beethoven ni Bach, pero sí en Chuíto (Jesús Sánchez Eraso) y Ramito (Flor Morales Ramos) al momento de componer mis arreglos”.

Desde su fundación, El Gran Combo de Puerto Rico cultiva un espacio importante en nuestro cancionero puertorriqueño y antillano, destacándose como una de las pocas instituciones musicales que asumen la representación social e histórica del desarrollo de nuestra modernidad melódica, transitando con vigorosidad por la interpretación de ritmos como bomba, guaracha, merengue, boogaloo, jala-jala, bolero, tango y, por supuesto, salsa.

Es, Sin dudas, seña de la identidad nacional y afrocaribeña que se nutre de la rica tradición cultural que emerge y se consolida en la última mitad del siglo XX y que permanece fortalecida hasta el presente. Su propuesta artística matiza una nueva época. Curtidos a la sombra del veterano percusionista Rafael Cortijo Verdejo, los músicos que originaron El Gran Combo en 1962 lograron imponer un sonido cadencioso que de inmediato cautivó la audiencia nacional y, en poco tiempo, durante su primera década, comenzó a echar fuertes raíces en escenarios alrededor de Estados Unidos, Colombia, Venezuela y Panamá. La amplitud de su repertorio, lo chispeante de sus coreografías, el carisma de sus integrantes y la sapiencia de incorporar en su cancionero melodías jocosas y narraciones cotidianas atizaron la clave del éxito.

De esa manera, el grupo que fundó Rafael Ithier, Quito Vélez, Martín Quiñones, Miguel Cruz, Héctor Santos y Eddie Pérez junto a Milton Correa, Daniel “Maninín” Vázquez, Micky Duchesne, Chiqui Rivera y Pellín Rodríguez despuntó por su capacidad para entretener y provocar el baile entre los amantes de la buena música. Poco tiempo después de su creación, y tras la incorporación al colectivo de Roberto Roena y Andrés “Andy” Montañez, el trabajo de El Gran Combo refulgió en la televisión, constituyéndose en el primer conjunto musical del País en dominar, cabalmente, ese medio masivo de comunicación.

Su presencia pública fue imponente: por siete años consecutivos mantuvieron una participación diaria por las ondas radiales y doce programas de televisión a la semana, convirtiéndose en la gran sensación musical del País. Determinaron, además, las pautas del desarrollo de la música popular nacional justo al momento en que se generaba la gran transformación socioeconómica de la sociedad puertorriqueña.

Durante sus primeros siete años, el arte de El Gran Combo de Puerto Rico se consignó en las producciones “Menéame los mangos” (1962), “El Gran de siempre” (1963), Acangana (1963), “Ojos chinos-Jala jala” (1964), “El caballo pelotero” (1964), “El swing del Gran Combo” (1965), “En Navidad”(1966), “Maldito callo” (1967), “Esos ojitos negros” (1967) “Boleros románticos” (1967), “Fiesta con El Gran Combo” (1967), “Boogaloo con El Gran Combo” (1967), “Tú querías boogaloo” (1967), “Pata pata, jala jala Boogaloo” (1967), “Tangos por El Gran Combo” (1968), “Merengues” (1968), “Los nenes sicodélicos (1968) “Bombas” (1968), “Guarachas” (1968), “Latin power” (1968), “Smile” (1968) y “Este sí que es” (1969).

Al mismo tiempo, el poderío de la agrupación se hizo sentir en los principales escenarios musicales de la ciudad de Nueva York, donde se asentaba una poderosa colonia de puertorriqueños.

Empero, la gloria alcanzada por El Gran Combo en sus primeros años comenzó a troncharse en 1969. Ese año se cancelaron todas sus comparecencias en radio y televisión, su casa productora de discos, Gemma Records, rescindió su contrato, minaron sus contrataciones públicas y se produjeron las primeras dimisiones importantes del colectivo con la partida de Roberto Roena y Elías Lopés, quienes de inmediato armaron la agrupación el Apollo Sound. Al mismo tiempo, el mercado musical se tornó más competitivo. Avanzaba, también, la aparición de nuevas orquestas de sonido afroantillano que, desde Nueva York, determinaron un nuevo curso para la música popular bailable. El novel movimiento de la salsa, articulado bajo la empresa Fania, impuso nuevos desafíos para las orquestas que, como El Gran Combo, ya habían establecido su señorío.

 
 

La “Universidad de la Salsa”, comandada por el ingenio de Rafael Ithier, sobrevivió las inclemencias de esa nueva época. La vacante de Roberto Roena se llenó con el famoso bailarín Mike Ramos, quien aportará nuevas coreografías al colectivo. Como paliativo a la crisis, además, se aventuraron a crear su propio sello discográfico, EGC Records, para producir sus trabajos musicales y no desaparecer de la escena artística. Bajo esa estampa apareció el disco “Estamos primero” (1970), seguido por “De punta a punta” (1971), trabajo en el que se exploró, por primera vez, el sonido del trombón en la orquesta, y “Boleros románticos” (1972). A pesar de su calidad, estas producciones no penetraron el mercado con la fuerza que se esperaba, aunque contribuyeron a la sobrevivencia del grupo. Mas fue el lanzamiento del álbum “Por el libro” (1972), seguido de “En acción” (1973) y “Número 5” (1973) los que retornaron a El Gran Combo a su cima, gracias a la popularidad que lograron los temas “Hojas blancas”, “El barbero loco”, “Guaguancó de El Gran Combo”, “Julia” y, especialmente, “Los zapatos de Manacho”.

El éxito que comenzó a saborear la agrupación en ese periodo sufrió un trago amargo al producirse la salida del cantante Pellín Rodríguez, quien en 1973 optó por impulsar su carrera como solista. El veterano cantante, artífice del éxito “Amor por ti”, fue reemplazado inicialmente por Marcos Montañez, hermano menor de Andy, aunque su sustitución formal se concretó con el reclutamiento del vocalista y sonero Charlie Aponte, un joven de voz espléndida, entusiasta y disciplinado que representó un gran acierto para el colectivo.

 

Con nuevos bríos, El Gran Combo comenzó a brillar como una de las instituciones salseras más importantes dentro y fuera de Puerto Rico, consignando su fuerza en los discos “Disfrútelo hasta el cabo” (1974), “Número 7” (1975), “Los sorullos” (1975) y “Mejor que nunca” (1976). Fue, entonces, cuando la agrupación, justo cuando recuperó su sitial, sufrió la salida del cantante Andy Montañez, en 1977. El recordado “Niño de Trastalleres” aceptó una seductora oferta artística para grabar como solista e integrar, a su vez, la plantilla de la orquesta venezolana Dimensión Latina.

La decisión de Andy Montañez afectó los ánimos de la mayoría de los integrantes del grupo pues, por un momento, fue inconcebible su ausencia, máxime cuando era considerado como el “hijo mayor” de Rafael Ithier. El malestar que produjo su partida fue transformado en aliento, perseverancia y voluntad para continuar un proyecto musical que siempre ha estado por encima de cualquiera de sus integrantes.

El vacío de Andy Montañez fue llenado por el cantante Jerry Rivas, a quien le correspondió asumir un gran reto. Sin embargo, la fuerza melódica que caracterizaba a este joven vocalista, que inició en la orquesta el 19 de abril de 1977, comenzó a seducir a los amantes del grupo, quienes fueron persuadidos con las interpretaciones “Buscando ambiente”, aparecido en el álbum “Internacional” (1977), y “La clave y el bongó”, incluido en la producción “En Las Vegas” (1978), el ultimo disco hecho para el sello EGC.

La década de 1980 marcó varias rutas importantes en la historia de El Gran Combo. Este periodo inició con la puesta en el mercado, en 1979, del álbum “Aquí no se sienta nadie”, la producción más refulgente en la carrera musical del grupo y la que selló el cierre de operaciones de la productora EGC, propiedad del colectivo, para comenzar una nueva relación comercial con la compañía Combo Records.

El valor de “Aquí no se sienta nadie” se inscribe en la fuerza que esta producción generó en el mercado, al extremo de abatir la invasión salsera neoyorquina, importada de la familia, que hasta entonces copaba las ondas radiales y el comercio discográfico del País.

Como dato histórico, este es el primer trabajo de El Gran Combo en el que todos sus temas fueron éxitos abrumadores: “Más feo que yo”, “Así son”, “Celos de mi Compay”, “Adela”, “Nido de amor”, “Brujería”, “Oprobio” y “Mujer boricua”.

Así las cosas, el impacto derivado de esta producción revirtió en una intensa agenda de presentaciones dentro y fuera de Puerto Rico que elevaron la insignia de “Los Mulatos del Sabor” a un nuevo sitial. El tránsito de los años 80 continuó con la salida al mercado de las producciones “Unity”(1980) y “Happy Days” (1981), marcando el paso con éxitos como “Compañera mía”, “Te regalo el corazón”, “Pico pico”, “A la reina”, “El menú” y “Timbalero

Hasta entonces, la historia de gloria trazada por el grupo aterrizó en la celebración de sus primeros 25 años de carrera musical, para lo que se produjo el disco compilatorio “Nuestro aniversario” (1981), que incluyó los temas más relevantes cultivados por la agrupación en ese periodo remozados con arreglos frescos y rejuvenecidos en las voces de Charlie Aponte y Jerry Rivas. La década de 1980 prosiguió con el lanzamiento de “La universidad de la salsa” (1983), recordado, entre otros, por las melodías “Mujer celosa”, “Pordiosero”, “Y no hago más na’”, “Las hojas blancas” y “Bomba de Puerto Rico”. Con la misma fuerza e ímpetu, en 1984 sacaron al mercado la producción “Breaking the Ice” que es muy recordada por el éxito “Carbonerito”, interpretado por el corista y bailarín Luis “Papo” Rosario, quien se integra a la agrupación a principios de la década de 1980 en sustitución del bailarín Mike Ramos. A mediados de 1980 surgió el álbum “Innovations” (1985), que produjo, entre otros, los éxitos “Juan Cabeza Dura”, “Camino de amapolas” y “La loma del tamarindo”.

Antes de terminar ese año, El Gran Combo sorprendió a sus seguidores con el lanzamiento del disco “Nuestra música” (1985), un proyecto que rescató el espíritu navideño del colectivo consignando en una producción melodías con aires festivos que se convirtieron en el cancionero musical de esa celebración. “La fiesta de Pilito”, “No hay cama pa’ tanta gente”, “El arbolito”, “Desenfunda”, “El jíbaro listo”, “El alma de la fiesta”, “Asalto navideño” y “Cosas del campo” fueron las melodías de este espectacular trabajo musical.

En 1986 llegó al mercado la producción “El Gran Combo y su pueblo” (1986), recordado por los temas “Lírica Borinqueña”, “Garantía” y “Le dicen papa”. Luego apareció un disco en celebración de los 25 años del grupo, “25th Anniversary” (1987).

En esa época, la industria discográfica salsera comenzó a sufrir alteraciones. Modificaciones en las escalas de la producción, nuevos avances tecnológicos y, lo más importante, el dominio del consumo femenino y las “nuevas” preferencias rítmicas que se impusieron en el mercado alteraron, inevitablemente, las concepciones armónicas salseras.

Fueron los años del arribo del movimiento de la salsa romántica y erótica que, por un momento, dominó el género y desplazó a los “viejos” exponentes salseros. Ante esa nueva escena, El Gran Combo optó por reinventar y “evolucionar” su sonido, como se aprecia en el disco “Romántico y sabroso” (1988).

Ese álbum, que incluyó temas como “Quince años”, “Potro amarra’o” y “Cupido”, se midió frente a fórmulas salseras más estilizadas colmadas de arreglos más suaves e intérpretes jóvenes que transportaban al género la imagen de un “baladista rítmico refinado”.

La nueva ruta que marcaba la salsa despertó cierta preocupación en el líder del colectivo, Rafael Ithier, quien para enfrentar los nuevos desafíos que se imponían en el mercado optó por aderezar el sonido de su agrupación con las destrezas técnicas de jóvenes arreglistas como Ernesto Sánchez, Louis García, y Tommy Villariny.

Entonces, pensó Ithier que la “sangre joven” que despuntaba con brillo en las lides salseras podía aportar a redimensionar el sonido de El Gran Combo sin alterar su fórmula original. Un primer experimento en esta dirección produjo el disco “¡Ámame!” (1989), que caló en el “nuevo” gusto salsero gracias a los temas “Ámame” y “Aguacero”. No obstante, el mantenimiento de una nueva línea melódica, menos cadenciosa que la fórmula original del grupo, colisionó con la producción “Latin-up” (1990), álbum que pasó a la historia como el mayor desatino del colectivo.

A partir de entonces, el veterano músico decidió nunca más abandonar la dirección de los arreglos musicales de la orquesta. Así las cosas, y sin apartarse de las tendencias del mercado y el gusto del nuevo colectivo de consumidores salseros, produjo “Erupción” (1991), un disco que rescató el poderío y la esencia rítmica de El Gran Combo.

“Agua pasada”, “Gotitas” y “Trinchera”, este último abordando el tema de los soldados puertorriqueños que fueron llevados a combatir en la guerra que Estados Unidos emprendió contra Irak, fueron la apuesta al éxito del grupo entrada la década de 1990.

Poco después apareció el trabajo “First Class International” (1993), disco que fue antecedido por “Gracias, 30 años de sabor”, un álbum compilatorio de festejo por las tres décadas del grupo, proyecto que se complementó con la salida al mercado de tres volúmenes de viejos éxitos en formato original.

De forma consecutiva, El Gran Combo lanzó al mercado los álbumes “La ruta del sabor” (1994), “Para todos los gustos” (1995), “Juntos de nuevo con… Andy Montañez” (1995), “Por todo lo alto” (1996) y “Pasaporte musical” (1998).

Aunque la fuerza rítmica del grupo se mantuvo, y la aceptación de los salseros nunca minó, la presencia del grupo en las ondas radiales y en apariciones público de corte festivo comenzó a disminuir. La razón se atribuye a las pautas del mercado, más que al estandarte del grupo.

A manera de ejemplo, en los cuatro años transcurridos, de 1994 a 1998, se produjeron cuatro discos –además de la producción conmemorativa “35th Anniversary: 35 Years Around The World” (1997) – mas el tema más memorable en el cancionero puertorriqueño, durante ese periodo, es “Que me lo den en vida”.

Esos años sirvieron, en tanto, para que el grupo consolidara otros mercados en Europa, Centro y Sudamérica y Estados Unidos. De hecho, es el periodo de más despunte internacional aun cuando “La Universidad de la Salsa” siempre desarrolló una agenda de trabajo intensa fuera de la Isla.

Los integrantes del colectivo arribaron a la década de 2000 con el trabajo “Nuevo milenio, mismo sabor” (2001), que antecedió a la producción especial “40 años en vivo” (2002) en la que se recogió las incidencias del gran festejo con que se conmemoraron las cuatro décadas de historia del grupo en un gran concierto celebrado en el coliseo Rubén Rodríguez de Bayamón.

Luego del acontecimiento de celebración de sus 40 años, del que se produjo el álbum “Los 40 de El Gran Combo” (2003), la agrupación da un salto en su historia musical al concluir su maridaje con la firma Combo Records para unirse a la discográfica Fonovisa, con la que grabaron en 2003 los álbumes “Para todos los gustos” y “Por todo lo alto”.

Después llegó la firma con Sony Discos, la primera vez que el grupo sellaba un acuerdo comercial con una gran empresa multinacional. En esta nueva etapa, el grupo salsero más importante del mundo produjo el álbum “Aquí estamos y de verdad” (2004), recordado sólo por los éxitos “El matrimonio” y “Mi gorda bonita”.

Es en el año 2006 que el Maestro Rafael Ithier decide dejar su instrumento, (el piano) que ejecutó desde el comienzo de la agrupación, para dedicarse a dirigir al grupo desde el frente de la orquesta. Es aquí cuando reclutan al pianista Willie Sotelo quien fue director musical y arreglista de varias orquestas como Frankie Ruiz, Luis Enrique, Roberto Roena y otras más. Sotelo entró a sustituir al Maestro Ithier en un viaje a Canadá y Nueva York en abril 26 del 2006 al cual Don Rafael Ithier no pudo ir por motivos de salud. Ithier quedó muy complacido con la ejecución de Sotelo, tan así que desde esa fecha el Maestro Ithier se dedica a dirigir al grupo desde el frente de la orquesta, aunque de vez en cuando se sienta y toca el piano.

No fue hasta el lanzamiento de “Arroz con habichuelas” (2006) que El Gran Combo, habiendo cumplido 45 años de trayectoria, marcó un nuevo hito en la historia de la salsa al colocarse como la agrupación más venerada en el género, por encima de todas las orquestas de todos los tiempos, logrando la hazaña de convertir todos los temas de esa producción en grandes éxitos comerciales. “Si la ves por ahí”, “Te veo, nena”, “No hay manera”, “Arroz con habichuela”, “Esa mujer”, “Como tiembla el alma”, “Yo no mendigo amor”, “Piénsalo”, “No te detengas a pensar” y “No sé qué”. El resultado de ese trabajo derivó, entre otras cosas, en varias e importantes distinciones, incluyendo dos estatuillas de los premios “Grammy” y un galardón del “Premio Lo Nuestro”.

 

Con “Arroz con habichuelas”, el maestro Rafael Ithier refrendó que la salsa marca su éxito en el sabor de la esencia armónica que se destila en la clave. Ahí está la fórmula ganadora de esta expresión sonora, el mensaje rítmico que la distingue y, por supuesto, la personalidad indiscutible de El Gran Combo. Al éxito de “Arroz con habichuelas” le sucedió la producción “Sin salsa no hay paraíso” (2010), un trabajo cadencioso, con arreglos sencillos y bailables que reafirma el sonido tradicional de la agrupación con temas como “Sin salsa no hay paraíso”, “El problema está en el coco”, “Es la mujer”, “Achilipú”, “Colombia tierra querida”, “A mí me gusta mi pueblo”, “La espuma y la ola”, “El comején”, “La receta de amor” y “Alguien que me quite tu amor”.

Todas estas canciones transitan entre melodías variadas con matices de jocosidad, reflexión social y otras inscritas en el dulce dilema del amor.

Un merecido homenaje producido por el Banco Popular de Puerto Rico, el especial “Salsa” lanzado en diciembre de 2010, cerró con broche de oro la primera década del nuevo milenio. Ese proyecto fue un rotundo éxito en el mercado y le ganó al grupo varios premios importantes en la industria musical.

Hoy, con más de medio siglo de historia, El Gran Combo continua vigente y vigoroso marcando el tempo rítmico de la salsa con una línea melódica distintiva y un sabor único que resalta lo mejor de nuestra herencia antillana. Es en el año 2012 que celebraron sus 50 años con una gira mundial que recorrió 5 continentes. Países tan lejanos como Rusia, China, Australia, Japón, África, toda América del norte, centro y sur, Europa, Canadá, celebraron su música y abarrotaron las presentaciones de esta institución musical.

Un álbum doble versión de coleccionistas titulado “El Gran Combo de Puerto Rico 50 Aniversario Vol I” salió a la venta y rompió records en todos los lugares y tiendas de discos. Este álbum salió en CD y en formato de vinyl con la pasta color dorada y doble portada. Su tirada se agotó en menos de un mes.

El año 2014 marca el fin de la participación de Charlie Aponte como vocalista del grupo y entra el joven Anthony García al Gran Combo. Su aceptación fue impresionante y el joven se adaptó al grupo rápidamente. “Anthony ha traído al grupo una inyección de energía y juventud que nos hacía falta” dice Jerry Rivas.

En el 2016 lanzan su producción “Alunizando” donde se escucharon insistentemente en la radio “Yo soy tu amigo”, “Tiene que haber de tó”, “Sácame el zapato”, “Mi Isla”, “Arepa con bacalao”, “Seguirá”. Alunizando se ha catalogado como un álbum emblemático para el 2016 y llegó a la lista de Billboard con el tema “Mi Isla” composición de Willie Sotelo, pianista del grupo.

Ya en año 2017, fue el año de la celebración de sus 55 años de trayectoria con un concierto muy especial, “THIS IS IT” en el Coliseo José M Agrelót en PR. En ese concierto su fundador celebró sus 91 años de vida. Le preguntamos cual es el secreto para que una agrupación dure tantos años y él contestó: “Sobrevivimos porque representamos la música de una nación que es rica por su herencia cultural. Por eso la salsa es y será siempre música afroantillana, porque esto es derivado de África, ahí empezó todo, allí esta nuestra raíz. Esto lo heredamos porque viene de ahí, no podemos quitarle el mérito que pueda tener una orquesta alemana o suiza pero no pueden producir más que nosotros porque no tienen nuestra riqueza cultural”. Palabras con luz de Rafael Ithier.

A fines del año 2017, tras el azote del huracán María, el Gran Combo siguió su gira de actividades fuera de Puerto Rico, en el 2018 se presentaron en el prestigioso Radio City Music Hall ante una casa llena lo cual repitieron en el 2019 y recién en febrero del 2020.

 

Al momento se encuentran grabando un nuevo álbum que se espera pueda salir en el verano del 2020, si no se atrasa debido a la pandemia que está afectando al mundo entero.

¡Que viva El Gran Combo de Puerto Rico!

​TEXTOS TOMADOS 

https://www.elgrancombodepuertorico.com/biografia

El Gran Combo de P R Coleccion de videos viejos pero sabrosos

SONERO MES DE ABRIL

TITO GÓMEZ

Contemporáneo de Héctor Lavoe, Papo Lucca y el principal arreglista José Febles, Gómez nació en condiciones menos que ventajosas en el antiguo sector de Juana Díaz de Puerto Rico. Al igual que otros artistas de la época, se ganó la vida como un lustrabotas y realizando tareas agrícolas.

Gómez creció con los sonidos de los boleros y trovadores que salían de las tabernas locales, incluidos los cantantes de seis y décima de los caseríos de Juana Díaz, Villalba, Santa Isabel y Ponce. Sus inicios musicales se dieron con agrupaciones locales, entre ellas Super Combo A, liderado por el saxofonista (y futuro alcalde de Juana Díaz) Chago Martínez. Tiempo después, Santiago “Chago” Hernández, líder del Cuarteto Yumurí, sugirió a Quique Lucca contratar a Gómez como vocalista de su Sonora Ponceña.

Durante su tiempo con Sonora Ponceña, Gómez compartió deberes de canto con Luigi Texidor. Juntos, se convirtieron en una de las combinaciones de canto más famosas y emocionantes de la salsa. De ese período (1969-72), esta colección incluye “Prende El Fogón”, el bolero “Paño De Lágrimas” y el guaguancó “El Hablador; con el atuendo de Quique Lucca demostró, sin lugar a dudas, que sabía manejar cualquier estilo de canto: boleros, guarachas, son montunos, merengues, etc. En total, era un intérprete completo.

El éxito y el prestigio de Tito con la orquesta de Ponce fue impresionante. Otras bandas de salsa y directores de orquestas, como La Terrífica, Ray Barretto y Tito Valentín, luego presentaron su distintiva voz en sus álbumes. Con Barretto, ayudó a popularizar una nueva versión de “Guararé” (compuesta por Juan Formell), popularizada por Los Van Van; El dueto parcial de Tito y Ruben Blades en esa melodía hizo que la pista fuera aún más memorable. La composición fuertemente patriótica de Tite Curet Alonso «Testigo Fuí» narra las primeras etapas de la colonización puertorriqueña, cuando el derramamiento de sangre era común en la isla. De su paso por La Terrífica de Joe Rodríguez, se incluye el guaguancó “Acere Trumboró”.

Tito Valentín y su Grupo Ají Bravo grabaron Tierra, Música Y Sentimiento (1979) con Gómez; de ese álbum, esta colección incluye «Jíbaro» y «Cosas del campo». Estos dos interesantes experimentos están fuertemente influenciados por los géneros seis y décima y son las declaraciones de Tito sobre la identidad puertorriqueña, fomentando el desarrollo de una cultura nacional.

Del segundo disco de Gómez con Valentín, Brujerias (1982), se incluye la plena “Lo Que Se Arrasó”; la canción narra la invasión de los españoles a Borinquen, cuya apropiación indebida de la tierra desembocó en un genocidio. En la misma línea, también se incluye el nacionalista “Amor Jibarito”, compuesto por Noel Estrada (de la fama “En Mi Viejo San Juan”).

Tito Gomez – La Herencia contiene una parte significativa del material emitido en su primer álbum en solitario, Pa ‘Gozar Borinquen, producido por Larry Harlow y publicado en Inca Records. Nancy O’Neill, Tito Allen y Milton Cardona ofrecen coros; los arreglos vanguardistas y jazzísticos corrieron a cargo de Edwin Rodríguez, Oscar Hernández, Gilberto López y Wilfredo Mullens. Además del tema principal, esta recopilación incluye “La Envidia Y La Hipocresía”, el destacado “Veneno” (con el espectacular trabajo de timbal de Nicky Marrero), el sensible “Llorar Es De Hombre” y el Latin Jazz-cum-rumba “La Jeva De La Java ”, en la que Frankie Malabé, Orestes Vilató y Nicky Marrero se turnan para tocar solos en congas, bongos y timbales, respectivamente.

Debido a la naturaleza de oferta y demanda de la industria discográfica, Tito no era uno de los miembros más favorecidos de Jerry Masucci en el establo Fania. De ahí que su nombre no obtuviera el efecto dominó que hicieron en su apogeo Ismael Miranda, Héctor Lavoe, Justo Betancourt y Rubén Blades. No obstante, estaba a la par con estos vocalistas y muchos otros. Su verdadero ascenso a la fama ocurrió en Colombia, durante las décadas de 1980 y 1990. Fue miembro estrella del Grupo Niche, dirigido por Jairo Varela y su carrera en solitario con el sello Musical Productions (MP) de Antonio “Tony” Moreno consolidó aún más su reputación.

Tito Gómez siempre será recordado como una de las voces legendarias de la salsa, con un catálogo musical que se acercaba a la quinta década. De hecho, su herencia registrada es un tesoro que espera el redescubrimiento de los fanáticos de la salsa en todo el mundo.

TITO GOMEZ ULTIMO CONCIERTO COMPLETO

Tito Gomez – Prende el Fogon (Tributo a la Sonora Ponceña)

SONERO MES DE MARZO

José Antonio Torresola Ruiz (Frankie Ruiz)

Nace en Paterson, Nueva Jersey en Estados Unidos un 10 de marzo de 1958 de origen puertorriqueño pero se crío en Mayagüez, Puerto Rico. Desde su niñez empieza a cantar salsa y presenta un talento precoz que lo ayuda a entrar en una relación con los músicos profesionales. Empieza cantando en escena local a los 7 años y graba a los 13 años su primer disco en 1971 a lado de Charlie López y la Orquesta Nueva. En 1974, Frankie Ruiz se va para Puerto Rico con su madre y se instala en Mayagüez donde va a cantar con los grupos La Dictadora y La Moderna Vibración. Es en Puerto Rico donde Frankie Ruiz consolida su carrera musical integrando en 1977 la orquesta La Solución donde se encuentra cantante co-líder con solo 19 años. Hace dos discos Frankie ruiz y La Solución editado en 1979 y salió de nuevo en 1996 con el titulo Salsa Buena ;el segundo Orquesta Solución vuelve hacer un éxito imponiendo dos temas como, La Vecina y sobre todo La Rueda, esto fue una serie de éxitos. Con Tommy Olivencia entra como cantante de su prestigiosa orquesta. Graba la canción Viajera en el disco Primer Concierto de la Familia TH (1983 ). Celebrando Otro Aniversario en (1984) la canción que mas pego de es disco fue Lo Dudo, es hasta hoy considerado como un disco mayor de la salsa erótica.

En 1985 se vuelve solista y graba su primer disco Solista Pero No Solo este disco acaba en los mejores lugares de los hits puertorriqueños y latinoamericanos con varias canciones y gana el titulo del mejor disco en los Latin Music Awards de Billboard en 1986 y es uno de los discos latinos mas vendidos en los años 80. En 1987 confirma su ascenso, en el disco Voy Pa Encima lleno de éxitos se venden 300,000 ejemplares en los Estados Unidos y Puerto Rico, hasta cruzar el Atlántico para sonar en España con el mundialmente conocido Desnúdate Mujer es la hora de la consagración y la revista americana Billboard lo elige artista de año 1987 en la categoría Tropical/Salsa.

Todo un sueño pero siempre en los sueños hay pesadillas y para Frankie Ruiz fue su adicción a las drogas y al alcohol. Desde su juventud esta combinación de drogas y alcohol le queman el organismo y el hígado. Los problemas judiciales se añaden a sus problemas físicos cuando Frankie Ruiz es arrestado por posesión de «crack «en junio de 1988, y lo envían 14 meses a la cárcel.

A pesar de estar en prisión se venden 200,000 de su disco En Vivo y a Todo Color. Luego Mas Grande Que Nunca, apareció en 1989, llega a los niveles mas altos de las ventas .y los éxitos comerciales y artístico siguen: apenas herido por su vida caótica Frankie ruiz en 1993 saluda a su isla y a quedado grabada para siempre en los corazones de todos los puertorriqueños. En 1992 sale a la calle el disco Mi Libertad y en 1993 Puerto Rico Soy Tuyo. En 1995 sale a la venta Mirándote y el magnifico Tranquilo le sucede en 1996 y le ofrecen un premio en los Latin Music Awards de Billboard de 1997.

Su ultima aparición fue en un concierto en el Madison Square Garden el 11 de julio de 1998. El 9 de agosto de 1998 a la edad de 40 años acabado por las drogas y el alcohol sucumbe por la la cirrosis y muere en un hospital de Nueva Jersey antes de la media noche rodeados de sus hijos, su padre y hermanos y fue enterrado en Paterson, Nueva Jersey junto a su hermano que murió en 1995.

Frankie Ruiz en el Palladium New York City / Serie de mi coleccion de videos

Frankie Ruiz – Tu con el (En Vivo)

Frankie Ruiz – La rueda (Live)

SONERO MES DE FEBRERO

Alfredito De la Fé

El músico, compositor y director colombo cubano se ha destacado durante más de medio siglo en la música latina principalmente como violinista; aunque en su inicio en la música fue formado con miras a la música clásica, al punto de estudiar en el Amadeo Roldán Conservatory de La Habana y en el Warsaw Conservatory en Polonia; al llegar a la ciudad de Nueva York su vida musical cambió cuando se dedicó por completo a la música popular.

En la capital del mundo a mediados de la década del sesenta, Alfredo De la Fé conoce la música latina a través de Félix Pupi Lagarreta y, muy especialmente, a través del maestro José Antonio Fajardo quien fue como su tutor, enseñándole los pormenores de la música de origen afro antillano. Eran los tiempos del Chachachá; La Pachanga y el Boogaloo; así mismo se desarrollaba la era del formato musical Charanguero, con exponentes como Pacheco y su Charanga, Charanga La Moderna de Ray Barreto y La Duboney de Charlie Palmieri; de igual forma en ese estilo se abrían campo en esa década La Orquesta Broadway y el mismo José Antonio Fajardo.

En la música latina de los años setenta, la cual conocemos como Salsa, Alfredito De la Fé creó un nuevo estilo para tocar el violín; el músico cubano marcó un hito en la forma de sonar su instrumento, al cual agregó una cuerda y creó el estilo electrónico; se dice que así tendría el chelo, la viola y el violín en el mismo instrumento.

En el año 1972 nuestro violinista es presentado al maestro Eddie Palmieri, quien al ver sus grandes dotes lo vincula a su orquesta e hizo parte en grabaciones con el maestro del piano de los históricos álbumes The Sun of Latin Music del año 1974; primer álbum de nuestra música en obtener el premio Grammy; y Unfinished Masterpiece grabado en 1975, el cual también obtuvo el preciado galardón. Con Eddie Palmieri se iniciaron los solos de violín de Alfredo De la  en la música Latina.

En el año 1976, Alfredito De la  se vinculó a la Típica 73, con la cual permaneció por espacio de siete años en los cuales participó en la grabación de seis álbumes. En aquella época de los años setenta participó también en grabaciones con Latin Dimensions, Louie Ramírez, Bobby Paunetto, Orquesta Típica Ideal, Grupo Folklorico Y Experimental Nuevayorquino, José Fajardo, Willie Colón, Pupi & Pacheco, Cachao, Conjunto Libre y Roberto Torres, entre otros.

En el año 1979 nuestro genio del violín creó su propio proyecto musical e inició su carrera como solista, sin dejar de participar con otros músicos y cantantes del ambiente salsero, es así cómo ha grabado alrededor de 25 trabajos musicales con su propia agrupación.

Su extensa carrera musical le ha permitido hacer parte en muchas otras grabaciones con solistas y agrupaciones como: Larry Harlow, Papaíto, Roberto Torres, Tito Puente, Fania All Stars, José Alberto “El Canario”, Celia Cruz, Jimmy Bosch y Pedrito Martínez. Se dice también que Alfredo De la Fé participó en la producción de al menos treinta álbumes del sello musical Fania, lo cual no fue publicado en los créditos musicales de los mismos.

La versatilidad y el talento de Alfredo De la Fé no solo han sido reflejados en nuestra música; es así como otros géneros musicales tales como: Champeta, Country, Disc, Electronic, Folk, Fusión, Hip Hop, Jazz, Jazz-Funk, Neo Soul, New Wave, Pop Rock, Reggae, Rhythm & Blues, Soukous, Soul, Pop, Tango, Vallenato, World, & Country; también han disfrutado del ingenio de Alfredito.

Alfredo De la Fé ha viajado con su música por todo el mundo; entre los años 1983 y 1993 vivió en Colombia donde se nacionalizó. Su música ha sido escuchada y disfrutada en muchos países del mundo.

Alfredo de la Fe – Los Reyes del Mundo (Noche Antillana. Cali, 2014)

Alfredo de la Fé En concierto

 Ismael Miranda

Ismael Miranda (20 de febrero de 1950) compositor y cantante. Nació en Aguada, Puerto Rico. Es muy conocido como el “niño bonito de la salsa”. Ismael Miranda es considero uno de los pioneros de la salsa vieja. A la edad de 11 años, Miranda hacia parte de varias bandas musicales, “The 4 J’s” y “Little Jr. and the Class Mates”, mostrando un gran talento para la música. Participó en una de las primeras ediciones del espectáculo que celebraba Jerry Lewis para la Distrofia Muscular en Palm Gardens. En suma, hizo parte del Sexteto Pipo y su Combo y Andy Harlow y su Sexteto, en estas agrupaciones logró cantar y tocar las congas.

En 1967 debutó en la grabación titulada Let’s Ball con Joey Pastrana. En dicho álbum se encontraba su primer éxito: Rumbón Melón. Cuando Larry Harlow, estuvo en frente del talento de Ismael Miranda rápidamente lo reclutó para cantar en su orquesta, llegando a grabar varios discos, su primer trabajo fue el álbum “El Exigente”. A Harlow le gustó tanto que un año después grabó el disco “Orquesta Harlow presenta a Ismael Miranda“, obtuvo un gran éxito. A raíz de ello grabaron una serie de exitosas grabaciones, tales como Electric Tribute to Arsenio Rodríguez, Harlow”s Harem, Abran Paso y Oportunidad. Poco a poco, Mirando fue adquiriendo experiencia y confianza para componer sus propias letras. Junto a Harlow compuso varias canciones, incluyendo La revolución, Guasasa, Arsenio, El Malecón y Lamento cubano.

En 1967 debutó en la grabación titulada Let’s Ball con Joey Pastrana. En dicho álbum se encontraba su primer éxito: Rumbón Melón. Cuando Larry Harlow, estuvo en frente del talento de Ismael Miranda rápidamente lo reclutó para cantar en su orquesta, llegando a grabar varios discos, su primer trabajo fue el álbum “El Exigente”. A Harlow le gustó tanto que un año después grabó el disco “Orquesta Harlow presenta a Ismael Miranda“, obtuvo un gran éxito. A raíz de ello grabaron una serie de exitosas grabaciones, tales como Electric Tribute to Arsenio Rodríguez, Harlow”s Harem, Abran Paso y Oportunidad. Poco a poco, Mirando fue adquiriendo experiencia y confianza para componer sus propias letras. Junto a Harlow compuso varias canciones, incluyendo La revolución, Guasasa, Arsenio, El Malecón y Lamento cubano.

Su apodo proviene del momento en que hizo parte de la agrupación Fania All Stars cuando apenas tenía 19 años, el más joven de todos los integrantes. El debut de Miranda con su propia agrupación, Orquesta Revelación, bajo el sello de la Fania, no pudo ser mejor. El álbum se tituló Así se compone un son y fue lanzado al mercado en 1973. La canción que hacía parte del álbum y tenía el mismo nombre fue un total éxito en América Latina, Estados Unidos y Europa. El próximo año lanzaron el álbum En Fa Menor, figurando otra vez la canción del mismo título, En Fa Menor, entre otros éxitos.

Miranda siguió produciendo éxitos, por ejemplo: Borinquen tiene Montuno, La Cama Vacía, La Copa Rota, Como Mi Pueblo y Las Cuarentas; todas recibieron amplia difusión en los medios radiales. De los temas de su autoría podemos encontrar que, piezas como Señor Sereno, Abren Paso, Lupe, Lupe y Pa’ Bravo Yo, canción que hizo famosa el salsero cubano Justo Betancourt, fueron realmente famosas y actualmente siguen siendo éxitos obligatorios de escuchar. Con mayor fama y conocimiento en el medio musical, Mirando constituyó su sello disquero independiente, incluyendo el éxito Versos de Nuestra Cultura (1986).

Miranda fue acompañado en este álbum navideño por el cantautor puertorriqueño, José Nogueras, un popular cantante. Para ese momento se rumoraba el retiro de Ismael Miranda de la música, pero esto se dilato hasta la década del noventa, y luego de grabar tres discos sumamente populares con Andy Montañez, especialmente boleros clásicos. En toda su trayectoria musical Ismael Miranda grabó más de 20 discos y ha cantado con artistas notables de la talla de Nicky Marrero, Héctor “Bomberito” Zarzuela, Reinaldo Jorge, Ismael Quintana, Willie Colón, Ray Barreto y Luis ‘Perico’ Ortiz.

Ismael también es recordado por su gran habilidad para tocar las congas, lo hizo en su mayoría con el Sexteto Pipo y su Combo y en el grupo Andy Harlow y su Sexteto. Su música se popularizó tanto que hoy es uno de los iconos de la salsa puertorriqueña. Sus temas más escuchados hoy en día son: La cama vacía, La copa rota, Borinquen tiene montuno, Como mi pueblo y Las cuarentas le ganaron amplia difusión radial. Además, Señor sereno, Pa’ bravo yo, y Así se compone un son. Ahora bien, en el año 2002 la grabación de uno de sus conciertos fue reconocida por la Fundación Nacional para la Cultura Popular como una de las producciones más sobresalientes del año.

Posteriormente, Ismael cosechó nuevos reconocimientos con el lanzamiento de un compacto donde interpretaba clásicos del compositor mexicano José Alfredo Jiménez en versiones de salsa. Posteriormente, con su orquesta comenzó a trabajar nuevamente y salieron varios productos musicales de gran calibre: Vengo Con Todo (2001), Tequila y Ron (2003), Edición Especial (2005), Con Sabor y Sentimiento (2007), Buscando el Camino (2008), De Regreso al Son (2009), Aferrado a Ti (2011) y su último trabajo fue Son 45 (2014).

En 1967 debutó en la grabación titulada Let’s Ball con Joey Pastrana. En dicho álbum se encontraba su primer éxito: Rumbón Melón. Cuando Larry Harlow, estuvo en frente del talento de Ismael Miranda rápidamente lo reclutó para cantar en su orquesta, llegando a grabar varios discos, su primer trabajo fue el álbum “El Exigente”. A Harlow le gustó tanto que un año después grabó el disco “Orquesta Harlow presenta a Ismael Miranda“, obtuvo un gran éxito. A raíz de ello grabaron una serie de exitosas grabaciones, tales como Electric Tribute to Arsenio Rodríguez, Harlow”s Harem, Abran Paso y Oportunidad. Poco a poco, Mirando fue adquiriendo experiencia y confianza para componer sus propias letras. Junto a Harlow compuso varias canciones, incluyendo La revolución, Guasasa, Arsenio, El Malecón y Lamento cubano.

Su apodo proviene del momento en que hizo parte de la agrupación Fania All Stars cuando apenas tenía 19 años, el más joven de todos los integrantes. El debut de Miranda con su propia agrupación, Orquesta Revelación, bajo el sello de la Fania, no pudo ser mejor. El álbum se tituló Así se compone un son y fue lanzado al mercado en 1973. La canción que hacía parte del álbum y tenía el mismo nombre fue un total éxito en América Latina, Estados Unidos y Europa. El próximo año lanzaron el álbum En Fa Menor, figurando otra vez la canción del mismo título, En Fa Menor, entre otros éxitos.

Miranda siguió produciendo éxitos, por ejemplo: Borinquen tiene Montuno, La Cama Vacía, La Copa Rota, Como Mi Pueblo y Las Cuarentas; todas recibieron amplia difusión en los medios radiales. De los temas de su autoría podemos encontrar que, piezas como Señor Sereno, Abren Paso, Lupe, Lupe y Pa’ Bravo Yo, canción que hizo famosa el salsero cubano Justo Betancourt, fueron realmente famosas y actualmente siguen siendo éxitos obligatorios de escuchar. Con mayor fama y conocimiento en el medio musical, Mirando constituyó su sello disquero independiente, incluyendo el éxito Versos de Nuestra Cultura (1986).

Miranda fue acompañado en este álbum navideño por el cantautor puertorriqueño, José Nogueras, un popular cantante. Para ese momento se rumoraba el retiro de Ismael Miranda de la música, pero esto se dilato hasta la década del noventa, y luego de grabar tres discos sumamente populares con Andy Montañez, especialmente boleros clásicos. En toda su trayectoria musical Ismael Miranda grabó más de 20 discos y ha cantado con artistas notables de la talla de Nicky Marrero, Héctor “Bomberito” Zarzuela, Reinaldo Jorge, Ismael Quintana, Willie Colón, Ray Barreto y Luis ‘Perico’ Ortiz.

Ismael también es recordado por su gran habilidad para tocar las congas, lo hizo en su mayoría con el Sexteto Pipo y su Combo y en el grupo Andy Harlow y su Sexteto. Su música se popularizó tanto que hoy es uno de los iconos de la salsa puertorriqueña. Sus temas más escuchados hoy en día son: La cama vacía, La copa rota, Borinquen tiene montuno, Como mi pueblo y Las cuarentas le ganaron amplia difusión radial. Además, Señor sereno, Pa’ bravo yo, y Así se compone un son. Ahora bien, en el año 2002 la grabación de uno de sus conciertos fue reconocida por la Fundación Nacional para la Cultura Popular como una de las producciones más sobresalientes del año.

Posteriormente, Ismael cosechó nuevos reconocimientos con el lanzamiento de un compacto donde interpretaba clásicos del compositor mexicano José Alfredo Jiménez en versiones de salsa. Posteriormente, con su orquesta comenzó a trabajar nuevamente y salieron varios productos musicales de gran calibre: Vengo Con Todo (2001), Tequila y Ron (2003), Edición Especial (2005), Con Sabor y Sentimiento (2007), Buscando el Camino (2008), De Regreso al Son (2009), Aferrado a Ti (2011) y su último trabajo fue Son 45 (2014).

Ismael Miranda a sus 65 años sigue dando esporádicos conciertos en diferentes países. Por ejemplo, el 30 de junio estuvo en las fiestas de Guayaquil, el mes pasado estuvo en el Barranquijazz en la ciudad colombiana Barranquilla. También ha estado en Medellín. En la ciudad de Cali también ha dado varios conciertos en compañía de otros cantantes de salsa. Realmente, su show sigue siendo muy apreciado por el público.

 

Larry Harlow & Ismael Miranda…. Abran Paso

Ismael Miranda – Careta, The Last Salsa Legend En Vivo

SONERO MES DE ENERO

ROBERTO ROENA

Músico bongosero y uno de los directores de orquesta más cotizados del pentagrama musical salsero durante más de 30 años.  Empezó su carrera musical como bailarín en Puerto Rico, llegando a ser conocido como “El Gran Bailarín”.

Nació el 16 de enero 1940, en el barrio Dulces Labios de Mayagüez, Puerto Rico.  Residente en Santurce, junto a su madre Raquel María Vázquez Plaza y su padre Francisco Roena se destacó en el deporte como jugador de béisbol, integrando la selección de la Liga de Béisbol Aficionado de Puerto Rico.  Roena da sus primeros pasos en el arte del espectáculo montando rutinas de baile con su hermano Francisco “Cuqui” Roena en su ciudad natal.

Con el baile entrando en la música

Cuando Roberto contaba con nueve años de edad, su familia se radica en Santurce, donde los hermanos continúan puliendo sus rutinas de mambo y cha cha chá, deleitando al público asistente a los concursos de talento y programas de variedad.  Guiados por las enseñanzas en los pasos de baile que les afinaba su tío el bailarín Aníbal “Andy” Vázquez –quien por los años 50 había actuado en los salones de baile más prestigiosos de Puerto Rico y Nueva York– en 1954 compitieron en el show de televisión de Myrta Silva donde resultaron ganadores con el primer lugar, esto les brindó la oportunidad a los hermanos Roena para ser contratados por un año en el famoso programa de espectáculos “La Taberna India” que se transmitía todos los miércoles y donde conoció a Rafael Cortijo y su Combo.  Trabajó entre los años 1954 a 1955 en televisión en el espacio semanal “El Show de Cortijo y Su Combo” al lado de su cantante estrella Ismael Rivera, deleitando a los seguidores del combo con algunos pasos de baile casi acrobáticos.  Este es el inicio de diferentes competencias y contratos de baile para actuar en los mejores salones de baile de Puerto Rico.

Corría 1956, Roena era entonces un adolescente de 16 años, pero gracias a su indiscutible talento se le cumpliría el sueño de su vida, en ese momento, tocar con el Combo de Rafael Cortijo.  Aconteció que Cortijo tenía un contrato para tocar en Nueva York, de inmediato visita a los padres de Roberto y les pide permiso para llevarse al joven bailarín; Doña Raquel le preguntó: “¿Por qué quieres llevártelo, si Roberto no es músico?” Cortijo le contestó que el muchacho tenía mucho talento y que le enseñaría a tocar los bongoes.  Viajó con el Combo de Cortijo a Nueva York que realizó varias presentaciones en el famoso salón de baile El Palladium y en el Teatro Puerto Rico.  Cuando se desempeñaba como bailarín y corista con el Combo de Cortijo, el director de la agrupación Rafael Cortijo vio la facilidad e interés de Roena por la percusión, dándole sus primeras lecciones de percusión y encontrando en él un percusionista innato especialista en el toque de la bomba y la plena.  Un día faltó el bongosero y Roena fue colocado en su lugar, se aseguró en el puesto; dando inicio a su imparable carrera musical, se integró como miembro del combo de Cortijo entre 1957 a 1962.  Con la agrupación, recorrieron toda la Isla del Encanto, participando en fiestas patronales y los principales escenarios de Estados Unidos, Europa y Sur América.

En 1959, cuando Rafael Cortijo y su Combo cambiaron al sello Gema, Roberto Roena participó en la grabación de los álbumes: Cortijo En New York” (1959), “Fiesta Boricua”, cerca de 1960, “Bueno, Y Qué…? (1960), “Quítate de la Vía Perico” y “Danger” –en cual se acoplaron las voces de Ismael Rivera y Rolando La Serie–, estos dos últimos en 1961 (todos reeditados en el sello Rumba).

En 1962, Cortijo y su Combo después de haberse ganado el codiciado “Momo de Oro” en los carnavales de Caracas, Venezuela, partieron rumbo a Panamá donde también hicieron una apoteósica presentación.  Al regresar, en marzo de ese año, en el aeropuerto de Puerto Rico, Ismael y Cortijo fueron detenidos por posesión de sustancias controladas.  Pero todo el peso recayó sobre Ismael Rivera a quien le cobraban su irreverencia y su orgullo nacionalista, fue tratado como el peor de los traficantes como si la cantidad de droga hubiera sido una cantidad importante.

En este año comenzó a desintegrarse el combo de Cortijo, por el “forzoso” retiro de su cantante estrella Ismael Rivera, el pianista Rafael Ithier junto con seis músicos se retiraron buscando nuevas oportunidades, Roberto permaneció junto a su maestro.  Rafael sustituyó a los siete músicos que se fueron y continuó tocando durante nueve meses, hasta que decidió viajar a Nueva York.  Roberto se queda en Puerto Rico, uniéndose a la All Stars Band de Mario Ortiz que por ese tiempo hacía presentaciones en el radio teatro de la emisora WIAC.  Después de cinco meses se le presentó la oportunidad de unirse a sus  excompañeros, que liderados Rafael Ithier desertaron del Combo de Cortijo en mayo de 1962 para conformar El Gran Combo de Puerto Rico, y que también lo integraban Quito Vélez, Eddie Pérez “La Bala”, Martín Quiñónez, Miguel Cruz y Héctor Santos.

El bongosero oficial de El Gran Combo, era Daniel “Maninín” Vázquez quien al salir del grupo, entonces es reemplazado por Roena, aportando su bongó y los pasos de baile que servirían para crear junto a Pellín Rodríguez y Andy Montañez las fabulosas coreografías de El Gran Combo.  Entró Roberto Roena al Gran Combo contando con la suerte que a los diez días la agrupación realiza su primer viaje a la ciudad de Nueva York, esta fue en abril del 1963, donde todas sus presentaciones fueron un éxito rotundo, presentándose en tarimas como la del famoso Palladium, el Manhattan Center, el Bronx Casino y el Caborrojeño.  Durante su permanencia con El Gran Combo participó en las clásicas incursiones de descargas –Latin Jam sessions– de Kako (Francisco Ángel Bastar): Puerto Rican All-Stars Featuring Kako”, grabada en 1963, y en la de 1967, Los Mejores Músicos de Puerto Rico”, dirigida y arreglada por Ray Santos.

DISCOGRAFIA…

 

Como Te Hago Entender
Como Te Hago Entender · 1998
Brujería
Aquí No Se Sienta Nadie · 1979
Ojitos chinos
Ojos chinos – Jala jala · 1964
No hay cama pa’ tanta gente
Nuestra música · 1985
Un verano en Nueva York
7 · 1975
Y no hago mas na’
Universidad de la salsa · 1983
Me liberé
Nuevo Milenio, El Mismo Sabor · 2001
Timbalero
Mi Desengaño
Lucky 7 · 1975
 
Trampolín
Nuestro Aniversario · 1982
Guaguanco Del Adios
El Progreso · 1978
La loma del Tamarindo
Innovations · 1985
Se nos perdió el amor
Nuevo Milenio, El Mismo Sabor · 2001
La fiesta de Pilito
Nuestra música · 1985
Regresa ya
Romántico y… Sabroso · 1988
Te regalo el corazón
Unity · 1980
Arroz con habichuela
Arroz con habichuela · 2006
Dime qué quieres
Nuevo Milenio, El Mismo Sabor · 2001
Las hojas blancas
Universidad de la salsa · 1983
Quítate tú
Live at the Cheetah, Volume 1 · 1971
Esos ojitos negros
Esos ojitos negros · 1966
Trampolin
Aquí estoy yo, vol. 1 · 2015
Aguacero
Amame · 1989
Achilipú
De punta a punta · 1971
Carbonerito
In Alaska: Breaking the Ice · 1984
Compañera mía
Unity · 1980
Mujer celosa
Universidad de la salsa · 1983
El aguacero
Mega Éxitos · 2020
Ámame
Amame · 1989
Quiero saber
Bamboleo · 1988
 
Azuquita pa’l café
In Alaska: Breaking the Ice · 1984
Anacaona
Live at the Cheetah, Volume 1 · 1971
 

Roberto Roena Y Su Appollo Sound – Coro Miyare (Live)

SONERO MES DE DICIEMBRE

Jairo Varela.

Cantante Colombiano de música salsa, fue un compositor colombiano, fundador y director del Grupo Niche, del que también fue vocalista.

Nació el 9 de diciembre de 1949 en Quibdó, Colombia, el quinto de una familia de seis hijos, los cuales su madre tuvo que levantar por lo que su estatus social era pobre, su madre siempre apoyó su vocación. Su primer contacto con la música se produce a los nueve años de edad, en su ciudad natal Quibdó, en donde conformó la agrupación La Timba que en esencia era una dulzaina, un bongó, unas maracas y un güiro.

Su talento artístico y habilidad comercial los hereda de su abuelo Eladio Martínez Vélez, considerado por los historiadores como uno de los primeros industriales de Colombia. De él aprendió también mecánica, ebanistería y guitarra.

Gran parte de su vida la transcurrió en Quibdó. Hacia la década de 1970, con su madre y su familia, Varela decide cambiar su ambiente y se traslada a Bogotá en busca de nuevos y más sólidos rumbos.

Varela fue investigado varias veces por presuntos nexos con el Cártel de Cali, de lo cual él siempre se defendió alegando que se trataba de una persecución por parte de la élite política de Cali, quienes (al parecer de Varela) no entendían cómo un cantante de piel negra podía tener tanto éxito financiero. Fue arrestado en Cali en 1995 y recluido en la cárcel de Palmira, donde pasó un año encerrado por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero; fue liberado en 1996 tras comprobarse que tales acusaciones eran falsas.

El 8 de agosto de 2012, a los 62 años de edad, Jairo Varela muere de un infarto en el baño de su apartamento en un edificio del sur de Cali. Varela era considerado uno de los mayores expositores de la salsa en América Latina. Sus honras fúnebres congregaron a cientos de miles de vallecaucanos.

Trayectoria Artística

Tuvo la suerte de conocer a Brando, un músico muy destacado y arreglista de la gente del Club del Clan. Este tenía un estudio de grabación, Jairo había hecho pinitos en las discotecas, le colaboraba grabando percusión coros e inyectándole su deseo de cómo creía que debían ser las cosas. Después un día apareció el conejo Alberto Barrios, un productor reconocido, y le presentó a Eduardo Calle, dueño de discos Daro, quien le dio la oportunidad de grabar. Ahí comenzó su carrera como músico.

En 1980 funda el grupo Niche, donde es vocalista y director.

En Codiscos tuvimos la oportunidad de hacer Buenaventura y Caney, la canción que les dio el espaldarazo. Recibió una llamada de Estados Unidos Era extraño e inconcebible, no creían que un empresario de por allá estuviera interesado en el grupo. De momento, fue más el susto que la satisfacción.

Tuvo presentaciones en escenarios tan importante del nivel de grill El Escondite en el 82, en el Madison Square Garden y además de Estados Unidos se presentaron en varios países de América como MéxicoRepública DominicanaPerúArgentina entre otros.

Después de su arresto en 1995, no se presentó más en tarima a pesar de confesar que la extrañaba.

Algunos temas destacados de cada álbum  (Álbum, Año de Producción y temas destacados)
 

DISCOGRAFIA DE JAIRO VARELA

1. Al Pasito, Discos Daro, 1.980.

  • A Ti Barranquilla
  • Al Pasito

2. Querer es Poder, Codiscos, 1981.

  • Buenaventura Y Caney
  • Digo Yo
  • Consejo De Madre

3. Prepárate, Codiscos, 1.982.

  • Primero y qué

4. Directo desde Nueva York: Grupo Niche, Codiscos, 1.983.

  • Sueño
  • Mi negra y la calentura
  • El Cable
  • Atrateño
  • Lamento guajiro

5. No hay Quinto Malo, Codiscos, 1.984.

  • Rosa
  • Cali pachanguero
  • El coco

6. Triunfo, Codiscos, 1.985.

  • Ana Mile – canta Jairo Varela
  • Listo Medellín
  • Del Puente Pa’lla
  • Cicatrices – canta Jairo Varela

7. Me Huele a Matrimonio, Codiscos, 1.986.

  • Ese día – Canta Jairo Varela
  • Para mi negra un son
  • Un caso social

8. Grupo Niche con Cuerdas, Codiscos, 1.986.

  • Ese día
  • Un caso social
  • Perder para amar – canta Jairo Varela

9. Historia Musical De Niche, 1.987.

10. Tapando el Hueco, Codiscos, 1.988.

  • Nuestro Sueño
  • Cómo Podré Disimular
  • Mi Valle del Cauca

11. Salsa – O Filme Quente (1.988), Salsa It’s Hot

  • Cali Pachanguero – Grupo Niche

12. Me Sabe A… Perú Grupo Niche, IEMPSA (Industrias Eléctricas y Musicales Peruanas S.A.) 1.989.

  • Me Sabe A Perú
  • La Negra No Quiere
  • Cali Pachanguero (En Inglés)

 
13. Sutil y Contundente, 1.989.

  • Mi Hijo Y Yo
  • Bar Y Copas
  • Miserable
  • Entrega
  • Te enseñaré a olvidar – canta Jairo Varela 

14. Cielo de Tambores 1991.

  • Cielo De Tambores
  • Una Aventura
  • Se Pareció Tanto A Ti
  • Busca Por Dentro
  • Sin Sentimiento
  • Cali Ají

15. El Festival De Salsa En New York 1991, RMM, CD y DVD.

  • Cali Ají Grupo Niche
  • Sin Sentimientos Grupo Niche

16. Llegando al 100%, 1992

  • Hagamos Lo Que Diga El Corazón
  • Mi Pueblo Natal

17. Un Alto en el Camino 1994

  • Un Alto En El Camino
  • Duele Más
  • La Gallinita De Los Huevos de Oro

18. Huellas del Pasado, 1.995.

  • Gotas De Lluvia

19. Etnia 1996.

  • La Canoa Ranchaa
  • Etnia
  • La Magia De Tus Besos

20. Prueba de Fuego, Sony Discos Inc. 1.997.

  • Eres
  • Mecánico
  • A Prueba De Fuego

21. Señales de Humo 1998.

22. A Golpe de Folklore, 1.999.

23. Propuesta, 2.000, Nominado al Grammy Latino 2001.

  • Han Cogido La Cosa

24. La Danza de la Chancaca 2001, 20 años de éxitos.

25. Control Absoluto 2002.

26. Un Mito Llamado Niche (DVD) – 2003.

  • Presentación en vivo en el Madison Square Garden
  • Como Podré Disimular
  • Cali Pachanguero

27. Imaginación – 2004.

  • Eres
  • Mecánico
  • A Prueba De Fuego

28. Alive – 2.005 Grupo Niche, Compañía: Envidia.

  • Ruperto Mena

29. Las Más Sabrosas, (Sony/BMG/Norte Vene 657007), 2.006.

30. El Hijo, Año 2012.

  • Primer sencillo de Niche, tras muerte de Jairo Varela.

31. Grupo Niche – Tocando El Cielo Con las Manos, Álbum 2.013. Primer Álbum de Niche sin su fundador y director.

  • Estoy Tocando El Cielo Con las Manos, canta Jairo Varela.

Ana Mile – Grupo Niche En Vivo (Canta Jairo Varela)

Ese Dia – Grupo Niche (Jairo Varela)

 

SONEROMES DE NOVIEMBRE

Joe Arroyo

(Álvaro José Arroyo González; Cartagena de Indias, 1955 – Barranquilla, 2011) Compositor e intérprete colombiano, llamado El sonero de América. Aficionado a la música desde niño, a los ocho años ya cantaba en público; a los doce se había convertido en una de las voces del coro de la catedral y, al mismo tiempo, se ganaba la vida cantando en un local llamado La Tuerca.

Posteriormente se trasladó a Barranquilla, ciudad en la que se unió a la orquesta La Protesta, que había sido creada en 1970. En 1971 se trasladó a Medellín para unirse a Fruko y su banda Tesos, con quienes interpretó algunos de sus grandes éxitos durante una temporada y realizó giras por Colombia, Ecuador, Perú y Estados Unidos.

A mediados de los años 70, Arroyo se convirtió en líder de Latin Brothers; con esta banda de trombones y violín tuvo la oportunidad de editar excelentes discos. También grabó en esa época algunos temas con la banda Los Líderes. En 1981 formó su propio grupo, La Verdad, cuyo álbum de debut se titularía Arroyando. En 1983 estuvo a punto de perder la vida debido al abuso de drogas.

En 1985 interpretó un tema en el álbum Llegaron, de la banda de Alberto Barros Los Titanes, iniciando una fructífera colaboración. Barros tocaba el trombón y contribuyó a los arreglos de algunos de los discos de Arroyo y La Verdad. Charlie Pla, hermano del líder latino e intérprete de timbales Roberto Pla, se ocupó de la percusión con La Verdad en varios de sus discos.

En 1989 actuó en el Empire Ballroom de Londres. Sus discos Fuego en mi mente (1988), En acción (1990) y La guerra de los callados (1991) se editaron en el Reino Unido a través de la subsidiaria de Island Records, Mango. El álbum Fuego en mi mente (1989) contiene un solo de piano de Chelito de Castro y varias canciones influidas por la música africana y la salsa contemporánea.

En 1990, dado que Arroyo había ganado el premio Congo de Oro en el Carnaval de Barranquilla en numerosas ocasiones, se creó el premio Super Congo de Oro para él, de modo que pudiera dar oportunidad a otras bandas de acceder al premio. El 19 de julio del 2003, víspera del día de la independencia de su país, la comunidad colombiana de Nueva York le rindió un homenaje multitudinario.

Además de interpretar gran variedad de ritmos latinos tradicionales como la salsa, el son, el montuno y la cumbia nativa, Joe Arroyo experimentó y desarrolló, a partir de la fusión de ritmos colombianos y caribeños, un estilo propio que sería denominado con una derivación de su nombre: el Joesón. Fue pionero, a mediados de los años 80, de la forma de fusión pancaribeña denominada son caribeño, y muchos de sus discos, excelentes, son ejemplos paradigmáticos de la mejor salsa caribeña.

CLASICOS CARTAGENEROS – JOE ARROYO – CONCIERTO EN LONDRES

SONERO MES DE OCTUBRE

Cheo Feliciano

(José Luis Feliciano Vega; Ponce, 1935) Cantante y compositor puertorriqueño, uno de los intérpretes de música latina más destacados durante la segunda mitad del siglo XX. Ha cultivado los más variados géneros y estilos, desde los ritmos más tropicales del son y la guaracha hasta el bolero y la canción romántica.

Nacido en el seno de una modesta familia de emigrantes, Cheo Feliciano comenzó su carrera musical apenas acabada la enseñanza secundaria. Se enroló en los conjuntos Ciro Rimac’s Review, Marianaxi de Luis Cruz y Kako y su Trabuco, además de colaborar ocasionalmente con la orquesta de Tito Rodríguez.

En 1955 pasó a ser el cantante del Sexteto dirigido por Joe Cuba, formación pionera en la introducción de nuevos sonidos tropicales en la que permaneció diez años y que le dio la oportunidad de darse a conocer internacionalmente. Fue una fructífera etapa para su carrera artística, materializada en la grabación de diecisiete álbumes, pero que desafortunadamente se vio interrumpida en 1965 por culpa de su adicción a las drogas.

Tras un largo periodo apartado de los escenarios, reapareció en 1971 invitado por las Estrellas de Fania para grabar el mítico concierto que reunió a los principales artistas salseros de la época, entre ellos Ray Barretto, Pete Conde Rodríguez, Yomo Toro, Bobby Valentín, Héctor Lavoe y Willie Colón. Con el tema Anacaona (1972), compuesto por Tite Curet Alonso, mostró su particular forma de interpretar salsa, diferente pero al mismo tiempo cercana a los más genuinos ritmos del Caribe, como el son, el guaguancó, el merengue y la guaracha.

Después de grabar quince discos en solitario con el sello Fania, en 1983 fundó su propia empresa discográfica, Coche Records; ese mismo año grabó en directo un concierto celebrado en el Centro de Bellas Artes de San Juan con el nombre 25 Años de Sentimiento. En 1984 fue homenajeado por varios de los artistas con los que compartió escenarios, como Joe Cuba y Ruben Blades, en el concierto Tributo a Cheo Feliciano. El triunfo a nivel internacional de la salsa le llevó a actuar en conciertos a ambos lados del Atlántico; en España, Cheo Feliciano fue una de las estrellas invitadas del prestigioso Carnaval de Tenerife, en las ediciones de 1982, 1983 y 1985. En 1992 regresaría a la península para actuar junto a otros artistas puertorriqueños en el marco de la Exposición Universal de Sevilla.

En 1990 pasó a trabajar para el sello RMM del productor Ralph Mercado, el más importante de música latina durante los años noventa, con el cual grabó cinco discos: Los feelings de CheoCantandoMotivos (en el que se adentró en el género del bolero), Un sólo beso y Una voz… mil recuerdos, un homenaje a las figuras más legendarias de la música latinoamericana.

Su ingente contribución a la música latinoamericana ha sido reconocida con numerosos premios y distinciones, entre los que se encuentran el Daily News Award, concedido por este prestigioso periódico neoyorquino; la Copa de Oro en Venezuela, uno de los países que más le aplaudió; el Latin New Award; y el premio Agueybaná, que le fue concedido en su isla natal.

EL RATON – FANIA ALL STARS – Cheo Feliciano – Jorge Santana

Cheo Feliciano – Anacaona (Yo Soy La Salsa)

SONERO MES DE SEPTIEMBRE

 

 Héctor Juan Pérez  Martínez conocido como Héctor Lavoe

 Fue un compositor y cantante de salsa reconocido por la calidad de su música y su personalidad única a la hora de componer y cantar, llevándolo a tener una carrera musical exitosa durante los años 1970 y 1980. Nació el 30 de septiembre de 1946 en el municipio autónomo de Ponce localizado en Puerto Rico. Se hace en una familia de escasos recursos conformada por su madre Francisca Martínez llamada también “Panchita”, su hermana Priscilla y su padre Luis Pérez a quien llamaban “Lucho”, donde empezó a formarse como persona. Cuando solo tenía 3 años de edad su madre falleció, lo cual fue uno de los mayores golpes en la vida del cantante.

Desde muy pequeño su padre le inculcó el amor por la música, tanto así que a los 14 años ya daba pequeños conciertos en su pueblo natal, los cuales se le remuneraban con una suma aproximada de 18 dólares por noche con los cuales contribuía a las necesidades de su casa. En vista de que la economía en su familia tenía dificultades y con miras a cumplir su sueño de hacer dinero y ser famoso, a los 16 años Héctor decidió irse a New York acompañado por su hermana Priscilla. Ya en New York, Héctor se enfocó a buscar empleos varios donde realizaba labores de mensajero, maletero, pintor y mesero para conseguir algo de dinero; tiempo después se encontró con un amigo de infancia llamado Roberto García quien lo llevaba a discotecas, salones de baile y música latina en los barrios bajo Manhattan y el Bronx donde poco a poco empezó a ser reconocido por la calidad de su música. En el año 1965 el cantante de los cantantes grabó su primer sencillo llamado “Mi china me botó” en conjunto con la New Yorker band, esta canción hizo parte del álbum Está de Bala, grabado bajo el sello musical SMC. Héctor permaneció unos cuantos años más en esta banda tocando las maracas y haciendo algunos coros y simultáneamente también cantaba en otras bandas de la ciudad como lo eran: alegre all stars y Francisco “kako” Bastar y su orquesta donde conoció a Johnny Pacheco y a Willie Colón, siendo el segundo la persona con quien pronto empezaría a grabar. Desde que empezó su dupla musical, Héctor Lavoe y Willie Colón lograron grabar once canciones las cuales se destacaron en los álbumes The good, the bad and the ugly y Vigilante.

Entre los años 1967 y 1973 la dupla Willie-Héctor logran destacarse por producciones como:

  • La gran fuga
  • Cosa nuestra
  • Los mato
  • El juicio
  • Asalto navideño (Volumen 1 y 2), de las que se destacaron canciones como: “Juana Peña”, “Barrunto”, “Calle luna, calle sol”, y “La murga de Panamá”.

En el año de 1973 Willie Colón toma la decisión de separarse de Héctor buscando dedicarse solo a la producción musical y a su familia dejando también toda su banda a cargo del cantante de los cantantes, sin embargo, unos años después Willie colón empezaría una nueva etapa en la música haciendo dúo con el cantante panameño Rubén Blades. Aunque en principio Héctor se sintió traicionado por la separación, el tiempo fue haciendo olvidar esto y Willie Colón siguió grabando con Héctor en varios de los álbumes que hizo como solista.

Comienzo de su carrera como solista

La carrera como solista de Héctor Lavoe empezó en el año de 1975, logrando conformar una orquesta base integrada por la mayoría de músicos que hacían parte de la banda en la que cantaba con Colón. Esta orquesta estaba conformada por: Ray Maldonado y Héctor Zarzuela quienes tocaban los trombones, Tom Malón y José Rodríguez encargados de las trompetas, Mark Dimond quien era el pianista, Eddie Rivera el bajista, y José Mangual Jr. el de los bongos, Milton Cardona quien tocaba las congas y Nicky Marrero el timbalero.

Su primer álbum como solista lo tituló “La voz” y en este fueron de gran éxito los temas “Rompe saragüey”, “Un amor de la calle”, “Paraíso de dulzura”, “Emborráchame de amor”, “Mi gente” y entre otros temas que empezaron a consolidar el camino al éxito en la carrera musical de Héctor Lavoe y gracias a los cuales ganó el premio al mejor vocalista del año de la revista Latin NY.

Para el año 1976 vendría un nuevo golpe musical en la carrera de Héctor ya que lanzó al mercado su segundo álbum titulado “De ti depende” donde se destacó el tema “Periódico de ayer” (Producido por Tite Curet Alonso) uno de los temas estandartes del cantante y que hasta la actualidad es muy escuchado. En este tiempo los conciertos que tenía programados Héctor Lavoe fueron un total fracaso debido a sus problemas de drogadicción que le impedían cumplir con las fechas establecidas para sus presentaciones en vivo; esto generó una gran crisis depresiva en la vida del cantante lo que obligó a no cumplir al 100% con una de sus giras, para poder someterse a un tratamiento para superar su problema con las drogas.

La tercera producción musical de Héctor en su carrera como solista llamada “La comedia” llegó en el año de 1978, la cual se destacó por la participación de Willie Colón y Rubén Blades en su producción y de donde vendría la composición de la canción “El cantante” la cual fue de la autoría del cantante panameño, y cedió a Héctor Lavoe por convencimiento de Willie Colón ya que según él la letra de la canción se ajustaba más a la vida y trayectoria musical del cantante de los cantantes. “El Cantante” es hasta hoy el tema por el que es reconocido Héctor, del nombre de esta canción viene su estandarte por el cual se le llamó siempre “El cantante de los cantantes”.

En el transcurso de los años 80 se dio un episodio difícil en la vida del cantante, ya que su apartamento en Queens se incendió y para salvar su vida salto por la ventana, sin embargo, la magnitud del golpe le causo grandes fracturas en todo su cuerpo y un largo tiempo de incapacidad. Sucesos como este sumados a la pérdida de su suegra y su hijo menor agravaron nuevamente los problemas depresivos de Héctor haciendo que cayera nuevamente en la adicción a las drogas, dejando atrás todo el progreso que había tenido en cuanto a superar su adicción.

Aun en medio de su adicción, para finales de los 80 fue lanzado al mercado su producción musical llamada “Strikes back” en la cual venían canciones como Ponce, Loco, el boleto, taxi, la plena, como no voy a llorar, ella mintió y plato de segunda mesa y las cuales interpretó en sus giras musicales posteriores a los problemas personales que tenía .En 1988 exactamente el cantante se le diagnosticó síndrome de inmunodeficiencia adquirida, el cual se lo causo una aguja infectada con la cual se inyectaba drogas, sin embargo continuó con su carrera dando conciertos aunque se le pedía que estuviera en reposo. En este mismo año llega otro episodio trágico en la vida de Héctor, ya que por la crisis depresiva con la que venía tuvo una fuerte discusión con su esposa y se lanzó desde un noveno piso intentando quitarse la vida, para fortuna no lo logró pero si quedo con muchas fracturas por segunda vez en todo su cuerpo, lo cual obligo a realizarle implantes de titanio para corregirlas.

La salud de Héctor Lavoe no era la mejor para ese tiempo, y su adicción a las drogas lo deterioraba cada día más y fue en al año de 1991 cuando las cosas se empezaron a agravar mucho más, ya que el cantante sufrió un derrame cerebral que le paralizó medio rostro y acabo definitivamente con su profesión ya que no pudo cantar más debido a su dificultad para hablar. Fue el inicio de una vida donde el cantante estaba sumergido en el abandono y la pobreza luego de que su representante en ese entonces David Lugo se aprovechara de su discapacidad haciéndole firmar un poder que le concedía las ganancias de las ventas de sus discos. Afortunadamente unos meses después la familia de Lavoe pudo ganar la demanda judicial haciendo ver que la firma del cantante estaba mal hecha en los documentos firmados.

El cantante vivió sus últimos años en New York donde era presentado en tarimas de conciertos en los cuales le hacían homenaje y sus seguidores veían como cada día se deterioraba más, hasta que llego el 29 de junio de 1993, día en que a causa de un paro cardiaco murió.

Durante dos días enteros todos sus seguidores en New York y de otras partes de américa hicieron un homenaje en el “Frank E. Campbell Funeral Home” y posteriormente en el sepelio de su cuerpo.

Pasados 9 años, exactamente en el 2002 los restos del cantante fueron trasladados a su pueblo natal Ponce Puerto Rico, cumpliendo así lo que él había pedido antes de morir.

Héctor Lavoe gracias al legado y trayectoria que marcó, es considerado actualmente como uno de los grandes cantantes de salsa en todo el mundo, que gracias a sus producciones añadieron mucho valor al género y por lo cual se han levantado muchos monumentos en su honor recordado siempre por su gente como “El cantante de los cantantes”.

 
 

Fania All Stars ft Hector Lavoe – Mi Gente

 

Hector Lavoe «Potpourri » Live/En vivo